La pandemia supuso lo que parecía un reto insuperable para las industrias de todo el mundo. Los mensajeros que entregan células madre sanguíneas sensibles a la temperatura y que salvan vidas a pacientes de todo el mundo no fueron la excepción. A medida que aumentaban las restricciones en los viajes y las fronteras, se cancelaban los vuelos. Esto hizo que fuera especialmente difícil transportar células madre sanguíneas a los pacientes que esperaban un trasplante que les salvara la vida.
Cuando la pandemia se instaló en Canadá, Gail Morris, directora de Donor Services for the Canadian Blood Services Stem Cell Registry, reunió rápidamente una red de colegas que organizaran el transporte de células madre sanguíneas. Su equipo trabajó en estrecha colaboración con los funcionarios federales para garantizar que las donaciones que debían arribar en las próximas semanas llegaran a salvo a la cama de cada paciente.
Las barreras a las que se enfrentó el equipo de Morris se hicieron más complejas a medida que la pandemia y las restricciones de viaje avanzaban. El equipo tuvo que hacerse camino en medio de las directrices relativas a la cuarentena, tener en cuenta el estado de salud de los mensajeros voluntarios, contratar a mensajeros profesionales con formación en transporte biomédico, obtener cartas de exención para los mensajeros y sortear los requisitos de las pruebas de COVID-19 en Canadá.
A pesar de las dificultades, Morris y el equipo del Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre pudieron transportar con éxito cientos de donaciones de células madre sanguíneas por todo el mundo y seguir salvando vidas. Obtenga más información sobre cómo el Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre lo hizo posible en https://www.blood.ca/en/stories/stem-cells-without-borders.
Oct 14, 2021
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