La inscripción de pacientes en ensayos clínicos se ha convertido en una tarea cada vez más difícil. Desde la globalización y la diversificación de los ensayos hasta la pandemia de COVID-19 y sus consiguientes limitaciones para proveedores y pacientes, las limitaciones de los ensayos clínicos presenciales tradicionales son más gravosas que nunca.
En respuesta a estos desafíos, los ensayos clínicos descentralizados se han convertido en una alternativa cada vez más popular a los ensayos tradicionales. Estos ensayos, que aumentan los enfoques más reglamentados y presenciales con alternativas flexibles y basadas en datos, han visto una creciente adopción en los últimos años, impulsada por la pandemia de COVID-19 y un creciente énfasis en la atención centrada en el paciente y en el hogar.
Pero al igual que los ensayos clínicos típicos, los ensayos clínicos descentralizados presentan una serie de retos para los patrocinadores. Uno de los mayores obstáculos inherentes al paradigma de los ensayos clínicos descentralizados radica en garantizar la seguridad y la viabilidad de las muestras recogidas y los tratamientos enviados directamente a los pacientes. Los envíos directos al paciente y directos del paciente difieren de los envíos a gran escala de la cadena de frío en varios aspectos. Encontrar el contenedor y el proveedor adecuados para navegar por las complejidades de los envíos directos al paciente y directos del paciente es fundamental, especialmente en el caso de los ensayos clínicos descentralizados, los tratamientos biológicos a medida y las poblaciones de pacientes vulnerables.